jueves, mayo 04, 2006

¡Pedimos disculpas!

Sabemos, queridos lectores, que desde nuestra primera edición no pocos fueron los que mes a mes estuvieron pendientes de una nueva entrega de ¿Una buena Señal?.
A ustedes que nos dejan sus inquietudes, felicitaciones, aportes, observaciones, cariños y en algunos casos amenazas en nuestra casilla de correo electrónico, queremos agradecerles.
Si nos leen desde el primer número sabrán que nuestro capital mayoritario son los $ 200 que recibimos trimestralmente (con algo de retraso por cierto en la última cuota) contraprestando lealtad. Es por ello que nos vimos forzados a suspender temporalmente nuestra habitual entrega.
De esta manera desmentimos, rotundamente, toda declaración oportunista y tendenciosa que intente señalar como causal de los saltos de edición de ¿Una buena señal?, a problemas en la Comunicación Organizacional.
Justamente, porque leemos “Una buena Señal”, sabemos lo que NO debemos hacer.
Actualmente estamos redireccionando nuestro potencial accionario. Con un stand artesanal en Plaza Dorrego, un locutorio, un rapi-pollo y el pago de $ 12 jornales a un malabarista en un concurrido semáforo de la Av. 9 de Julio, a cambio de lo recaudado a “la gorra”, estamos en condiciones de garantizar una entrega de calidad, acorde a las expectativas de nuestros lectores.
Por todo ello es que pedimos disculpas pero al mismo tiempo los invitamos a disfrutar de una buena lectura.



Atentamente, LA REDACCION

miércoles, mayo 03, 2006

Editorial: Un análisis de la "Comunicación Organizacional".

Apuntes para una correcta comprensión del tema.

Un boletín oficial a principios de año mencionaba...”El contexto en que se desenvuelven las empresas sin duda ha cambiado. La globalización plantea escenarios distintos a los acostumbrados, entornos inestables en los que la empresa está hoy, mas que antes, afectada por sucesos que se producen en lugares muy alejados del planeta”. Como por ejemplo Afganistán.

En Febrero del 2006 “Una buena Señal” remarcaba....”muchas personas caen en el error de creer que como ciertos productos comunicativos fueron exitosos en otras empresas, correrán con la misma suerte en todas. Primer doble filo: lo que funciona para el vecino, puede ser mortal para uno mismo”
Ahora bien. ¿Qué pasa si el “vecino” compra a “uno mismo”? ¿Es conveniente cambiar la comunicación organizacional o en algún punto es preferible mantenerla para una mejor adaptación?

Por otra parte coincidimos con las formulaciones expresadas en el Nº 25 de “Una Buena Señal”: “Si no le damos mantenimiento constante, continuidad y seguimiento a las acciones o estrategias de comunicación propuestas, aprobadas e implantadas en una empresa, no vale la pena invertir dinero ni esfuerzo en algo esporádico, eventual o circunstancial”.
Compartimos dicha preocupación y consideramos central seguir dando los “leales” $ 200 como parte de un esfuerzo que debería ser sistemático y metodológico. De esta forma se garantizaría no solo la edición de ¿Una Buena Señal?, sino que también podría extenderse a ¿Un Buen Papel?.

Al mismo tiempo nos gustaría realizar algunas observaciones de manera ascendente.
En una empresa que constantemente pregona el “hay que generar credibilidad” no es conveniente terminar una nota editorial con... “Nuestro mensaje final es: Comuniquemos, de esa manera obtendremos los mejores resultados”.
Al ser una propuesta afirmativa deja en evidencia que se informa poco o nada dentro de la misma y eso genera desinformación, inquietud, incertidumbre e inestabilidad (Ver recuadro “Encuesta...).
Para finalizar en el último número de “Una Buena Señal” uno de sus postulados señala que el Flujo de la Comunicación Organizacional en su dirección ascendente está subordinada al siguiente esquema:

Obreros>empleados>técnicos>clientes>supervisor>gerente

Entonces, ¿un técnico o empleado de Telecentro puede dejar un mensaje a un cliente circunstancial para que este último lo retransmita al supervisor?... Los dejamos reflexionando sobre esa pregunta.

Encuesta del Mes.

¿Se puede hablar de una interna dentro
del Staff Central de “Una Buena Señal”?

· Si cree que sí.
· Si cree que sí pero no tanto.
· Si cree que sí pero desconfía.
· Si cree que sí pero lo considera ajeno.
· Si cree que tal vez sí.
· Si cree que sí pero piensa que es político.
· Si cree que no.
· Si cree que no porque sí.
· Ninguna de las anteriores.

¡No dejes de enviarnos tu respuesta a trabajadorestelecentro@yahoo.com.ar !... Estar cerca es muy bueno...

martes, mayo 02, 2006

¡Ahora también pagina Web!

Como consecuencia de nuestra expansión y del inevitable crecimiento tecnológico, enmarcados en una globalización que nos acerca a otros al mismo tiempo que nos destruye, es que queremos comunicarles en forma horizontalmente ascendente que contamos con página web propia.

lunes, mayo 01, 2006

¡Hurtos y Hartos!

Lamentablemente en los últimos tiempos, 15 años, se han reiterado situaciones en las que el personal de Telecentro S.A. se vio injustamente despojado del pago de horas extras y reconocimiento de títulos según lo estipula desde 1975 el Convenio Colectivo de Trabajo 223/75.
Dicha quita salarial intentó e intenta sumergir a todos los laburantes en niveles de pobreza, mientras otros, acrecentaron y siguen acrecentando sus arcas.En aquellos y estos casos sería prudente formular la respectiva denuncia judicial reclamando lo adeudado.

"Canto al Trabajo"

Obra del escultor argentino Rogelio Yrurtia (1879-1950). Es, sin lugar a dudas, uno de los bronces más sobresalientes de la escultura argentina (1907). Está ubicado en la Plazoleta "Coronel Manuel de Olazábal", sobre un basamento rectangular de poca altura. Consta de 14 figuras de bronce que, agrupadas, parecen arrastrar una gigantesca piedra. El monumento expresa alegóricamente el significado liberador y el esfuerzo del trabajo y, también, la dignificación de la mujer en la vida del hombre como sostén, energía y esperanza en la lucha común.
Situada en Paseo Colon al 800.

Días Festivos: 1º de Mayo - Día Internacional de los Trabajadores.

"Si creéis que ahorcándonos podéis acabar con el movimiento obrero... el movimiento del cual los millones de oprimidos, los millones que laboran en la miseria y la necesidad esperan su salvación, si ésta es vuestra opinión, ¡entonces ahórcanos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar". August Spies (ejecutado en Chicago el 11 de noviembre de 1887)


En noviembre de 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor. Allí se propuso que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligara al sector patronal estadounidense a respetar la jornada de ocho horas, y si no, se iría a la huelga, con mítines y concentraciones obreras. El Presidente de los EE.UU. Andrew Johnson promulgó finalmente la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Pero la Ley no se cumplió.
El 1º de mayo de 1886, los obreros unidos exclamaban: "A partir de hoy, sólo ocho horas diarias; ni una más". Con la negativa de la patronal, los obreros, (350.000 trabajadores), organizados, paralizaron el país productivo, con más de cinco mil huelgas. El resultado fue exitoso para la masa obrera en todos lados, menos en Chicago.

Los enfrentamientos de los trabajadores de la fábrica McCormik llevaban más de dos meses de agitaciones, con los patrones y rompehuelgas contratados para tales efectos. El 1º de mayo de 1886 el choque fue violento. Al día siguiente intervino la policía para dispersar a más de 50.000 manifestantes. El 4 de mayo se congregaron los obreros frente a la McCormik. Fue rechazada la manifestación y hubo 6 muertos y numerosos heridos.
Se realizó un mitin en la Plaza Haymarket, donde los más destacados dirigentes sindicales harían uso de la palabra. En pleno acto, la policía recibió órdenes de dispersar a los asistentes. Una bomba estalló cerca de las fuerzas policiales, con un saldo de seis policías muertos, lo que provocó una reacción mayor de las fuerzas policiales que atacaron despiadadamente con un resultado de 38 muertos y 115 heridos.

Aunque nunca se pudo descubrir quién fue el responsable de este atentado, cuatro líderes anarquistas fueron acusados, juzgados sumariamente y condenados a muerte el 20 de agosto. El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista), August Spies (alemán, 31 años, periodista), Adolph Fischer (alemán, 30 años, periodista) y Georg Engel (alemán, 50 años, tipógrafo). Louis Linng (alemán, 22 años, carpintero) se había suicidado antes en su propia celda. A Michael Swabb (alemán, 33 años, tipógrafo) y Samuel Fielden (inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil) les fue conmutada la pena por cadena perpetua y Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor) fue condenado a 15 años de trabajos forzados. Se los conoce universalmente como “Los Mártires de Chicago”.

Después de realizarse el Congreso Internacional de Trabajadores en julio de 1889 en París, fijaron el día 1º de mayo como día de ratificación de los derechos de los trabajadores y de reclamos contra las arbitrariedades.