jueves, noviembre 30, 2000

Un Cuento Sobre el 12 de Octubre.

Ese día estaba un poco nublado en la inhóspita tierra del lejano oeste. Los indios habían decidido auto refugiarse por un reclamo fundamental: que la compañera de la tienda de los mensajes de humo y el compañero de la tiendita del Mirador, se reincorporaran a la reservación. El Mogarca, sobrino del Supremo Mogarca, los había despedido a la selva, luego de imaginar que ambos indios le querían arruinar el incipiente negocio de las telecomunicaciones. “Acá vendemos humo. Viaja más rápido. Ellos quisieron hacerse el kiosquito, pero no contaban con mi astucia, je je…”.
Ese 12 de octubre no funcionó más el bla, bla, bla. La paciencia aborigen se terminó y entonces, los Caciques decidieron guardar las camionetas en los galpones. Al menos por ese día.
Para negociar, el Mogarca envió un súbdito. Cerca del mediodía, cuando las panzas empezaban a pedir la mandioca habitual, llegó el Emérito Zúperi.

- Buenas y santas, dijo el caído del catre.
- No son buenas… y no hay santas presentes para usted, dijeron algunos sobresaltados.
- Epa! Sólo vengo a dialogar… en son de paz… en serio.
- Mire, el horno se sale de la vaina para los bollos. A usted lo salva el diálogo de nuestros Caciques.
- Mejor así. No hay porqué parar muchachos. Piensen – decía tocándose el casco blanco –, están poniéndose del lado de los “chorros”; además, están siendo carne de cañón de una maniobra política. Sus Caciques quieren hacer política y están aprovechando esta situación. Para qué se exponen. El Mogarca tiene listos en su escritorio de maconia alrededor de 100 despidos hechos con hojas de coco. De verdad. Vengo a reconquistarlos o a notificarles el próximo genocidio negrero.
- ¡¿Ah sí?! Mire, acá los chorros son ustedes – dijo enfático un indio chiquito...
- Pero no les voy a permitir esa acu…
- No, – saltó otro indio envalentonado – no le vamos a permitir a usted que trate de chorros a los de nuestra raza. Ustedes inventan causas, roban horas extras en la plantación, nos roban días de descanso, están cambiando de manos secciones que eran nuestras…
- Nos están sacando trabajo para dárselo a otros nativos a los que les pueden pagar menos, nos persiguen hace un año…– se sumó otro.
- Eso es mentira – exclamó el Emérito Zúperi acariciándose la blanca barba –. No digan estupideces, si nosotros no perseguimos a nadie.
- Eso es una mentira verdadera – vociferó una aborigen indignada –, a mí no me mandaron el gurú sanador cuando lo pedí y después no me justificaban la licencia porque él no me había visto. Claro, estoy afiliada.
- Tribu, tribu. Esas minucias las estamos arreglando poco a poco. Además, no pueden negar que estamos mejor que antes, veamos lo positivo.
Mientras decía esto último, se frotaba los dedos índice y pulgar.
- Eso es mierda – se desbocó un indio desubicado –; esa paga está arreglada desde el virreinato, va en cuotas y por afuera de la bolsa neta… – el aborigen tomó aire y dijo: “además esto es una cuestión humana”.
El Emérito Zúperi no entendió qué quiso decir y respondió: “Si es humano, consideren nuestra reconquista, sino estarán todos afuera”.
- Váyase con las amenazas a otro lado “señor Zuperado”. Vaya y dígale a sus dueños que no vamos a parar hasta que nuestros compañeros estén de nuevo con nosotros.

Zúperi ahora creyó entender y se fue contento. Tenía camino libre para firmar cualquier acuerdo y los indios para proseguir su lucha.

martes, noviembre 28, 2000

Sí su Señoría....¡¡Son Culpables!!

En rigor de verdad, el doctor Juan Zuccoli se quedó corto. Muy corto diríamos. A menos de 24 horas de haber firmado el acuerdo con el SAT y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la empresa creyó conveniente no hacer caso a vericueto burocrático alguno, como era debido. Es por eso que pegó en sucursales y bases operativas una hoja con la foto de nuestros vergonzantes compañeros y la ya famosa leyenda justiciera. Pero como también era de esperar, los autores intelectuales de la acción olvidaron algunos otros pequeños delitos cometidos por los innombrables. El ingenio de vaya a saber uno quién, da cuenta de que en Telecentro ni siquiera los bufones pírricos tienen idea de lo peligroso que puede resultar una persona sindicalizada. Publíquese, archívese y que conste en actas.
Será justicia.


Derribaron las torres gemelas
Son agentes de Bin Laden
Mataron a Kennedy
Atentaron contra la embajada de Israel
Tiraron a la Pradon del balcón
Hicieron llorar a Nazarena… etc, etc. etc.
Y lo peor…

¡¡SON AFILIADOS!!

Miradas: Lo Violento de la Mentira.

Por: María Laura Tránsito Zamudio
malatranza@hotmail.com

Algunos interrogantes y conclusiones que se me ocurren después de echarle el ojo al acuerdo dado a conocer el 13 de octubre. ¡Por Dios! 13... ahora entiendo... pero bueno, como ya escribí la notita en colaboración con esta humilde publicación, acá vamos.

Respecto de B): los trabajadores teníamos razón.

Respecto de C): ¿la empresa no está reconociendo, entonces, que durante el transcurso de la sindicalización llevó a cabo persecuciones y discriminación, entre otras cosas?

Respecto de D): Jorge y Mariela son inocentes. ¿Por qué el acuerdo habla de “salida consensuada” donde debiera decir “solución consensuada” al conflicto? ¿La empresa habló en algún momento con los compañeros despedidos para “consensuar”?

Respecto de E): luego de firmado el acuerdo, la empresa difundió un papel con la foto de Mariela y Jorge; debajo decía: “Despedidos por chorros”.
Conclusión: la empresa (¿o acaso algunos referentes de RR.HH?), era sabido, no cumple. ¿Qué significa “paz social”? El paro fue pacífico. Hubo sectores que trabajaron normalmente, hubo empleados que no se enteraron del paro. Además, el paro no fue sorpresivo… en fin, hubo paz social.
El educador brasilero Paulo Freire, definió ese término: “… la paz social es la tranquilidad de los opresores…”.
Pensemos. Hasta la próxima.
Chau chau!!!

lunes, noviembre 27, 2000

12 de Octubre, Paro y Después.

A continuación reproducimos las partes esenciales del acuerdo firmado el 12 de octubre de 2006, en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, ante el secretario de conciliación Miguel A. Alioto, dpto. Relaciones Laborales Nº 2 Dirección de Negociación Colectiva – Dirección Nacional de Relaciones del Trabajo, a las 13.00 horas, por representantes del Sindicato Argentino de Televisión y representantes de Telecentro S.A. bajo el acta Nº 1180824/06.
Este es un documento que todos lo trabajadores deberíamos conocer…

“(…) Luego de un largo debate las partes convienen de común acuerdo que:

A) el Sindicato dispondrá en el transcurso de la presente jornada las medidas necesarias para el levantamiento de la medida de fuerza que se encuentra desarrollando en empresa, estableciéndose que a partir del día de mañana las tareas se realizarán en forma normal.

B) Asimismo, la empresa dejará sin efecto cualquier represalia o medida que pueda afectar a los trabajadores y a las condiciones de trabajo en la empresa, lo que incluye el no descuento del día de trabajo y de aquellos conceptos vinculados a la presencia en el lugar de trabajo.

C) Así también, las partes acuerdan que las relaciones laborales tendrán como principio esencial el de igualdad de trato entre afiliados y no afiliados, en todos los aspectos y, especialmente, en lo que hace a asignación de tareas, horas extras y guardias.

D) La empresa se compromete a no impulsar actuaciones penales en detrimento de Jorge Bazán y Mariela Basso y a buscar una salida consensuada con los mismos.

E) Ambas partes toman el compromiso de realizar todos los esfuerzos tendientes a superar las situaciones conflictivas en un marco de información y diálogo recíproco con el objeto de tender a un ambiente de trabajo en el que prime la paz social”.

Un Agradecimiento Para la Reflexión - por Mariela y Jorge

Compañeros:

En vistas del paro desarrollado el pasado jueves 12 de octubre, queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento por la muestra de compromiso y apoyo recibidos de ustedes. La medida de fuerza dejó clara la postura de los trabajadores: nunca más cerrar la boca ante los atropellos cometidos por el patrón.
Como contrapartida, sentimos gran dolor al darnos cuenta que el esfuerzo no logró por el momento el objetivo deseado, esto es, la reincorporación (con lo cual iniciamos el camino judicial para lograrlo); y también bronca, al ver fotos nuestras en distintas sucursales acusándonos abierta e impunemente de… “despedidos por chorros”, un ataque cobarde y rastrero –digno de quien lo impulsa- que intenta esconder el verdadero motivo: la afiliación sindical, el compañerismo, la solidaridad entre pares.
Esta maniobra de la empresa (sumado a algunos traslados sufridos por compañeros que adhirieron a la medida), sirve como muestra de que el acuerdo SAT-Telecentro informado por nuestros delegados el día posterior al paro, fue roto en menos de 24 horas!!! Es una burla clara y concreta a la buena voluntad de los trabajadores (nuevamente vulnerada), que sienta un precedente y genera una pregunta: ¿Podemos confiar en este tipo de acuerdos después de un año de constante persecución a pesar del diálogo?
Valoramos el accionar de algunos de nuestros delegados que –arriesgando mucho más que el puesto de trabajo- pusieron en evidencia sus principios de compañerismo y solidaridad, demostrando que no nos abandonan.
Este tiempo en el que intentamos volver sirve además para que podamos reconocer en muchos de nuestros compañeros una actitud de no esperar por recetas salvadoras, sumado esto a la firme convicción y voluntad de no tolerar más injusticias y denunciarlas; compañeros, lo único que atenta contra esto es la falta de comunicación e información entre los trabajadores, en esto radica la importancia de las asambleas de trabajadores. Antes del paro algunos pensaban que habíamos “arreglado” o que “no queríamos volver”, ahora quizás quienes no nos conocen pensarán lo mismo, les decimos: compañeros, seguimos en pie, intentando por todos los métodos conseguir la reincorporación. Queremos trabajar.
Basta de persecuciones, exijamos la reincorporación de todos los despedidos.
Les dejamos un fuerte abrazo y un hasta luego…